Después de que en abril pasado un grupo de científico y estudiantes de la universidad Sergio Arboleda de Bogota pusiera en Orbita el primer satélite colombiano (Libertad I), en Colombia se ha generado un boom espacial increíble (comparable con el boom del automovilismo), universidades publicas y sectores gubernamentales motivan la carrera aeroespacial colombiana, convirtiéndose esta en la cuarta nación de Latinoamérica después de Brasil, Argentina y Chile en buscar la conquista del espacio.
En Cabeza de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas, Universidad Surcolombiana, UPTT, Junto con las Universidades de la Amazonia, Cartagena y Córdoba lideran la puesta en marcha de otros tres satélites colombianos con fines médicos y científicos, el primer satélite de este ciclo tendría el nombre de “Colombia Uno (I)” , y su lanzamiento estaría predestinado para finales de Noviembre del 2008.
Por otro lado El gobierno colombiano por medio del Centro de Investigaciones en Tecnología aeroespacial de la FAC, emprende una ambiciosa carrera espacial que comprende la creación de plataformas de lanzamientos para el país, cuyas instalaciones serian únicas en el área andina.
El diseño y la construcción de la plataforma se han realizado casi clandestinamente y en los próximos meses o antes de que culmine el presente año se realizaran las primeras pruebas. En esta vanguardia modernista y espacial en Colombia se busca que el lanzamiento de Satélites de tipo militar del Gobierno homónimo se puedan realizar por autoridades nacionales y en la misma nación, a favor de la acciones encubiertas y operaciones militares que s efectúen. De esta manera no se asistiría a bases espaciales de otros países como las de Kazajistan o Estados Unidos. Lo que no seria otra cosa que la primera base espacial en Colombia y la segunda en Latinoamérica.
Colombia, también entrara en la fabricación de cohetes de propulsión liquida, con marca “Made in Colombia” en primera medida, y para mediados de 2009 estaría en marcha la creación de la Agencia Espacial Colombiana de gran envergadura mundial.
Aunque en el país, (en espacial sectores de la Aeronáutica Civil), muchos sectores motivaban la intervención colombiana en los avances de tipo estelar, el mas fuerte de los motivos se basa en una posible disputa político-militar entre algunas naciones de la región.
La historia comienza en Abril de 2005, fecha en la cual restaban dos meses para que se venciera el plazo que tenia la Comunidad Andina de Naciones para revalidar el cupo que poseía en la orbita geoestacionaria, y que autoridades competentes retirarían sino certificaban el uso activo de la franja con fines espaciales y de investigación científica. En el Consejo de la CAN en días posteriores entre un alarmismo total y desesperación, las cinco naciones buscaron solucionar el inconveniente que desencadenaría la inminente perdida del cupo en los 35.768 Km2, donde pueden colocarse satélites sin que necesiten energía para mantenerse en orbita. La solución mas pronta era lanzar al espacio un satélite maniquí o ficticio que sustentara momentáneamente la utilización del cupo por parte de la CAN. Quedaban solo dos meses para que se venciera el plazo, por lo cual el presidente Chávez ofreció 2.1 millones de dólares para la compra del satélite maniquí a una compañía canadiense. Aunque existía la posibilidad de que el satélite no llegara a su destino y estallara un poco antes de salir de la atmósfera, muy seguramente el satélite estaría en el espacio para la fecha limite.
La insinuación venezolana partiría de la conveniencia y la condición, de que dicho cupo fuese utilizado por el gobierno venezolano para un satélite chino al servicio de la inteligencia militar y comunicaciones de este país. Esto no era buen visto por el gobierno colombiano, quien manifestó su preocupación por la utilización de dicho cupo por Venezuela con los fines antes mencionados, con lo cual podría considerarse como una amenaza para la región y un duro golpe para la trifulca espacial que en ese momento variaría en cual país primero conquistara el espacio sideral.
Aunque finalmente la CAN accedió a las pretensiones venezolanas, las eventualidades no profesan un futuro común para las dos naciones en disputa, dada la imposibilidad de Ecuador, Perú o Bolivia para intervenir.
Venezuela por su parte para mediados del 2008 lanzará el Satélite Simón Bolívar creado en China y que estará al comando de las comunicaciones satelitales en la republica bolivariana.
Aunque evidentemente que China apoye la carrera espacial venezolana es una ventaja, la posibilidad de que en Colombia se piense en fabricación de cohetes a propulsión, satelices y en crear un base espacial de lanzamientos, es una inmensurable evidencia del avance del país y de la independencia que espera tomar rumbo a la formalización de una investigación espacial que promueva los avances en comunicaciones, medicina y principalmente en Inteligencia Militar.
Fuente del artículo http://www.articulo.org/autores_perfil.php?autor=235
Walter E. Surmay Poeta Colombiano / Editor Deportivo / Analista Politico Valledupar, Colombia, R